EL BOY SCOUT: El partido es a las diez de la noche pero sale a las 8 de la mañana de casa porque el fútbol sin senderismo previo no merece la pena.
EL ARGIÑANO: Cada partido es una excusa para preparar obras de arte entre pan y pan y dar envidia al resto de la grada. Conocí uno que llevaba y repartía percebes.
EL CHURCHILL: Puro en el descanso y en cada gol del Athletic. Últimamente enciende pocos.
EL CUARTO ÁRBITRO: Está más pendiente de lo que pasa a su alrededor que a lo que sucede en el partido. Resulta desesperante.
EL INDIANA JONES: Llega siempre tarde porque le pasa de todo. Un pinchazo, ha caído una piedra sobre las vías del metro, el autobús no llegaba…
EL TUERTO: Sufre mucho. Cada vez que ataca el contrario o hay penalti se tapa un ojo. Ahora miro y ahora no miro.
EL DECORADOR: Llega a su sitio, despliega pancarta, coloca bandera, extiende bufanda… Y dile algo.
EL VETERANO: Da igual el partido. Siempre te dirá que vio uno mejor en el pasado.
EL NOVATO: Ve un pírrico 1-0 y cree que ha sido el partido del siglo.
EL NIÑO DE LA FOTO: A veces sonríe, a veces llora. Pero a los padres lo que les importa es la foto.
LA NIÑA DE LA FOTO: No entiende por qué el llorón de su hermano salió en la foto tres años antes, cuando la forofa es ella.
LA PAREJITA: Cada vez que hay una ocasión se besan. No les pregunten quién ha metido el gol porque no se han enterado de que lo ha sucedido.
LOS DE SIEMPRE: Pueden ser pareja o amigos. Vienen juntos y no hablan. Pero nunca los verás separados.
LOS DEL PLUS: Da igual que haya 40.000 personas. En la tele siempre saldrán los del puro de Ingenieros y el aitite de la txapela.
EL MANÍAS: Está empeñado en que no es supersticioso. Pero hace siempre el mismo recorrido, se pone las mismas prendas, compra el mismo bocata...
EL TELERÍN: Es perder el Athletic y enfilar hacia la cama. A veces sin cenar, ni dar las buenas noches.
EL DEVOTO: Se encomienda a todos los Santos, empezando por San Mamés y siguiendo por San Pichichi, San Zarra, San Iribar…
EL DIENTES DE SIERRA: Ahora aplaudo, ahora me acuerdo de la madre de los jugadores, ahora aplaudo…
EL GORRÓN: No es socio ni compra entrada, pero va. No lleva bocata, pero come. Tampoco bota, pero bebe.
EL AUSENTE: Es socio desde niño, aunque nunca va. Eso sí, jamás dejará de pagar la cuota y lucir el carné. Su asiento lo ocupa un familiar o un vecino de asiento. El día que aparece tiene que explicar a grito pelado que ese sitio es suyo.
EL CUADRILLAS: Es incapaz de ir solo al fútbol. Necesita hacer rebaño. Si alguien no quiere, va a su casa y lo saca en volandas.
EL INCANSABLE: Puede ir a un triangular en verano, con equipos de tercera, y pasarlo bien. Mientras juegue el Athletic…
EL DESPISTADO: Conocí uno que se pasó un mes criticando a Urtubi. Hasta que un día alguien le dijo que llevaba un año retirado.
EL BERBORREA: Comenta hasta los saques de banda. Lo que se dice "un denso". Como te toque al lado estás perdido.
EL PLASTA: También llamado "Siega-rodillas". Llega tarde y sale pronto. Por el camino se lleva piernas y miradas de odio.
EL WII FIT: Se mueve en la grada o la tribuna como si estuviera jugando en el campo. No sabe ver un partido sin chutar, rematar o correr. Puede romperte la espinilla antes del descanso.
EL RARO: El portero para tres penaltis, el delantero marca cuatro goles y él destaca al lateral que ha salido 10 minutos. Si lleva camiseta, será la de un jugador que nadie recuerda.
EL BIELSA: Jamás le verás sin el uniforme del Athletic. Puede ser el oficial o uno más personal.
EL LUIS FERNÁNDEZ: Da igual que esté en tribuna alta o sobre el arco de San Mamés. El árbitro le escuchará. Y el linier no te digo.
LA NIÑA DEL EXORCISTA: Con lo fino o fina que parecía y, nada más empezar el partido, escupe demonios.
EL ENROQUE: Suele ser ese socio que, bien por no estar solo o por estar mal ubicado, jamás va a su asiento. Se pasa la vida peleando por tierra ajena. Por eso nunca ve los diez primeros minutos.
EL AVITUALLAMIENTOS: Da igual la hora del partido. Arranca horas antes y llega a San Mamés con una tajada de órdago.
EL SOÑADOR: Puede ser aitite, que da igual. Aún sigue esperando que digan por megafonía que el entrenador le reclama para completar el once.
EL YODA: Cuando hay dudas sobre el equipo, el entrenador o un jugador, todos esperan su sentencia. Habla poco, pero cuando lo hace, acojona.
EL SIGILOSO: No sabes para qué va. Estar está. Pero tiene el espíritu de una ameba. Ni aplaude, ni grita, ni respira.
EL REPORTERO: Lleva el pinganillo de la radio en la oreja y te canta goles ajenos, confirma si era o no fuera de juego y se fía más de lo que dicen otros que lo que ven sus ojos.
EL PEÑISTA: Visita 'La Catedral' como si fuera La Meca. Puede ir una vez al año, una vez en la vida o nunca. Pero es más del Athletic que el arco de San Mamés.
EL ALARMAS: Cada vez que ataca el contrario grita como si viera a Freddy Krueger. Personalmente tengo un ejemplar así en casa. Mi madre.
EL DEBATES: Da igual que ganes por goleada y vayas el primero. Siempre tendrá algo que criticar.
EL TXIRENE: Perdemos 3-0, queda un minuto y aplaude un córner a favor.
EL LETANÍAS: Ganamos 3-0, queda un minuto y aún no las tiene todas consigo.
EL PRÓDIGO: Vive lejos de nuestra tierra, apenas puede visitarla y cada vez que llama a casa lo primero que pregunta es- ¿Qué ha hecho el Athletic?-.
Todos ellos, y muchos mas, han vivido, gozado y sufrido en un campo irrepetible. Aquél que nació de una ilusión, cobijó sueños, mantiene esperanzas y dejará recuerdos. Un campo donde el mayor mito, y eso que lo frecuentaron muchos, sigue siendo él. O ella. Una vieja y hermosa catedral que siempre seguirá en pie en el alma de los seguidores del Athletic. Porque San Mamés, como el vino, donde mejor se mantiene es en la memoria.
(Jon Uriarte - EL CORREO - 19-01-2013)
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