Un gol de Travieso y el cerrojazo posterior del nuevo técnico, Mr. Pentland, sirvieron para batir al Europa de Barcelona en territorio enemigo y festejar las bodas de plata del club rojiblanco. Tras la definitiva marcha de Mr. Barnes, el club buscó nuevo entrenador publicando anuncios en la prensa inglesa y, de entre un centenar de solicitudes, se eligió a Mister Burton, que apenas duró dos meses en el cargo, aquejado como estaba de una afección pulmonar por inhalación de gases en las trincheras. Tres exjugadores, Arzuaga, Iceta y Germán se hicieron al alimón con las riendas del banquillo, pero la fórmula tampoco fructificó y el equipo no se clasificó para la Copa de 1922. A ello se unió la muerte de Pichichi, que ya había colgado las botas. El revulsivo llegó encarnado en la figura del típico inglés de bombín y taza de té a las cinco de la tarde, un tal Frederick Beaconsfield Pentland, a quien fichó el nuevo presidente del Athletic, el conde de Villalonga, en un viaje a Londres. El expediente del técnico prometía: exdelantero en el Blackburn, QPR y Middlesbrough, y cinco veces internacional con Inglaterra, además de haber dirigido a la selección olímpica alemana, a la gala en los Juegos de Amberes y al Racing de Santander. El desembolsó rojiblanco fue de 1.500 pesetas de sueldo mensuales y una recaudación íntegra de un amistoso de mediar título.
HISTORIAS EN ROJO Y BLANCO es una sección semanal en la que Jon Rivas, miembro del sanedrín del Athletic de Radio Bilbao, nos detalla un acontecimiento, un nombre o un momento no demasiado conocido de la centenaria historia del Club.
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