Y 'Pichichi' lo expulsó...

McGuigan, un “red” de Liverpool llega a Bilbao
Siempre he sido un enamorado del fútbol británico, no lo voy a negar ahora. Su simple alusión trae detrás de sí un eslabón de recuerdos de los que hay que rumiarlos con cariño para que se dilaten un poco en historia. En mi corta estancia juvenil en Londres, allá por 1909, asistí a un partido de la Selección inglesa versus la escocesa, en el estadio adosado al imponente “Palacio de Cristal” en el sur de Londres. Era el primer partido donde presenciaba jugar a los profesionales ingleses. Aquellos con los que había soñado e idolatrado en mi imaginación desde mis luchas infantiles en Averly con una pelota que costaba cinco céntimos y donde jugábamos en alpargatas mientras los padres de los Escolapios se preguntaban porque no habíamos asistido a clase de canto aquellas tardes.

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