Alternativas al vértigo
Durante las tres temporadas que estuvo José Mourinho al frente del Real Madrid, los habituales al Bernabéu pudieron disfrutar cada quince días del mejor y más preciso contraataque del viejo continente. Podías acompañar el desarrollo del mismo murmurando "Pim, pam, pum. Gol" Envío de Xabi Alonso, recepción de espaldas de Benzemá y carrera al espacio de Cristiano, solía ser. Sin embargo, la excitación que producía cada estampida madridista era proporcional a las dudas que se generaban cada vez que el equipo se veía con el balón lejos de portería y con la misión de sortear un nutrido número de rivales hasta llegar a la misma. El oponente optó por concederle la iniciativa y al vertiginoso Real empezaron a atragantársele los ataques en estático.
Durante las tres temporadas que estuvo José Mourinho al frente del Real Madrid, los habituales al Bernabéu pudieron disfrutar cada quince días del mejor y más preciso contraataque del viejo continente. Podías acompañar el desarrollo del mismo murmurando "Pim, pam, pum. Gol" Envío de Xabi Alonso, recepción de espaldas de Benzemá y carrera al espacio de Cristiano, solía ser. Sin embargo, la excitación que producía cada estampida madridista era proporcional a las dudas que se generaban cada vez que el equipo se veía con el balón lejos de portería y con la misión de sortear un nutrido número de rivales hasta llegar a la misma. El oponente optó por concederle la iniciativa y al vertiginoso Real empezaron a atragantársele los ataques en estático.
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