Certificados de rojiblancoCuando los resultados deportivos acompañan, como sucedió la campaña pasada, resulta muy fácil enarbolar la bandera rojiblanca. Todos se suben a caballo ganador, indistintamente del motivo, ya sea porque gusta el sistema de juego, simpatía temporal, por procesar admiración a un determinado futbolista... El entorno se viste de rojo y blanco. La locura se apodera de las calles. Incluso ese sector que tantas ganas nos tienen y nos desea siempre el mayor de los males asiste acomplejado a los éxitos cosechados por el Athletic.
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