La Copa de 1977, cuya final jugaron el Athletic y el Betis, volvió a llamarse Copa del Rey, después de tantos años de ser Copa del Generalísimo. Ningún bético lo olvida, porque la ganaron los suyos. Y porque fue la más thriller de la historia. Se resolvió a los penaltis, en un duelo final, como de viejos pistoleros, entre Esnaola e Iríbar. Sucedió el 25 junio de aquel 77, cuando España bullía entre ilusión e inquietudes, en los albores de la Transición. Todavía ahora, todos los últimos viernes de mes se reúnen a comer en el restaurante Cambados, a tiro de piedra del Villamarín, los veteranos de aquella jornada gloriosa. (Leer más...)
Comentarios
Publicar un comentario