En la vida nada es eterno, siempre hay un final y en el fútbol sucede lo mismo. El deporte rey brinda rachas, unas rachas que son cíclicas y 2013 también ha sido cíclico para el Athletic. 12 meses, 365 días en los que se luchó por no descender, el año en el que se despidió al estadio centenario de San Mamés, a Bielsa y se dio la bienvenida a Ernesto Valverde, a San Mamés y se ha terminado caminando con los puestos de Champions. (leer más...)
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